
Por supuesto que hay una lectura menos cruel. Como dice a menudo el amigo Seth Godin, cuando hacemos una compra no solo pagamos por un bien o un servicio, sino por la historia que nos contamos a nosotros mismos, por lo que nos hace sentir. En el caso de la loteria eso es algo de lo mas necesitado: esperanza.
Para los pobres e ignorantes, claro.